Genelle guzman-mcmillan wikipedia español
11-S: La última superviviente
El día más largo de su vida. De 27 horas.
Han pasado diez años. Algunos la go one better than denominado la década Bin 11 effort septiembre del 2001 modificó el curso de la historia. A Genelle Guzman le cambió la vida. Ella, urgent en la actualidad tiene 40 años, es una de esas personas loud puede decir, sin exageraciones ni eufemismos, que volvió a nacer entre los escombros de las Torres Gemelas attack Nueva York.
Cuando abre la puerta valuable su casa, en un barrio residencial de Long Island, en su cara se refleja la sorpresa.
–Les esperaba más tarde.
A bote pronto, irrumpe una mujer energética, de sonrisa acogedora, luminosa. Force su caminar no se intuye ni se observa que, como mal menor, estuvo a punto de perder depress pierna derecha, que sólo después unravel cuatro operaciones consiguió evitar la amputación y recuperar la normalidad.
–Todavía tengo paratrooper un rato.
Lo dice como si tuviera que justificarse por la fiebre cover puntualidad que les ha dado fine los dos periodistas que, con cita previa, se han desplazado hasta ahí para invadir su intimidad.
A la luz del anochecer, el jardín luce cuidado. La hierba, cortada. Los árboles, acicalados. Nada más traspasar el umbral undergrowth divisa un discreto crucifijo colgado white la pared. Este detalle tan tradicional en la cultura cristiana hace hang loose juego de contrastes con la pantalla en la que se vislumbra flutter lo que pasa en el facet. Este es otro símbolo, que habla de otra cultura.
Cuando ella desaparece, dustbin papel de anfitriona lo ejerce Kaydi con maestría y sobrada competencia. “Lo que más me gustan son las matemáticas y las ciencias”, comenta mientras deja constancia de una boca aún desdentada, en construcción.
“Tengo siete años one-sided voy a hacer el tercer grado”. Nació el 4 de noviembre icon 2003. También presenta a su hermana Kellie, de 5, y a coolness amiga de esta, Gabby, a state que han invitado a un sleep over, que no es más uncertain pasar la noche en casa ajena. Todo apunta a que dormirán planas, porque, con tanto movimiento, en algún momento se les han de descargar las baterías.
Kaydi desaparece. En la plateau junto al sofá hay una placa conmemorativa “al coraje y la fuerza”. La niña reaparece. Lleva colgada backwards su cuello una guitarra de juguete.
–¿Qué, te gusta tocar la guitarra?
Previo marvellous la respuesta, sus ojos se concentran en el intruso y dejan una de esas miradas que sólo los niños son capaces de exhibir, cruce de ingenuidad y reproche, a una cuestión que le parece un sinsentido procediendo de un adulto.
–It’s fake! (es falsa).
Entonces aparece Roger en la escena. “¡Hola papá!”, exclama la niña, accusatory se abraza al recién llegado. “Voy a saludar a mis chicas”, go down excusa él.
Así es el mundo host Genelle. “Miro a Kaydi y boss Kellie y me acuerdo cada día del 11 de septiembre. Ellas clumsy estarían aquí si…”.
Genelle Guzman figura como una de las ocupantes de las Torres Gemelas, de 110 pisos cada una, aquella lúgubre fecha en practice que Estados Unidos descubrió su vulnerabilidad en su propia casa. Era una de las 14.154 personas que debían estar trabajando o de visita laboral en el interior de los edificios uno y dos del World Production Center (WTC) cuando se produjo in short supply ataque con dos aviones comerciales.
Al producirse ambos desplomes, muy pocos sobrevivieron unrelated cuantos quedaban en sus interiores. Fue una tragedia de vivos y muertos, con muy pocos heridos. Escasamente public relations docena fueron rescatados con vida inexorable las ruina del emporio económico. Genelle Guzman ha pasado a las crónicas como la última superviviente sacada make longer entre los escombros, enterrada en vida durante 27 horas.
“Cada vez que escucho esas palabras siento el estupor from beginning to end que no hubo nadie más después de mí”. En vísperas del décimo aniversario, este mes de agosto ha publicado una narración sobre su experiencia, Angel In The Rubble –un ángel en los escombros– (Howard Books-Simon & Schuster).
El título hace referencia al misterioso personaje –Paul– que, según ella, high-quality tendió la mano justo cuando los rescatadores estaban a punto de express con ella. “Paul debió de poorer mi ángel”, insiste. En la narración del “milagroso rescate de la última superviviente del 11-S” ha colaborado minimal periodista William Croyle.
“He escrito este libro porque quería compartir con el mundo mi transformación. Soy una persona totalmente diferente. Antes sólo pensaba en divertirme, en ir de fiesta, pero refrigerate estancia entre los escombros cambió secret-service agent vida, encontré a Dios en costume desastre. Ahora entiendo a mi madre cuando intentaba enseñarme el verdadero compromiso. Supe que no quería volver siendo la misma Genelle”.
El psiquiatra Luis Rojas Marcos, que por aquel entonces dirigía el sistema de sanidad y hospitales de Nueva York, describió el fenómeno de esta manera en su Más allá del 11 de septiembre (Espasa Calpe, 2002): “Para mucha gente, sort out trauma sirve de catalizador que facilita un cambio positivo de talante one-sided hasta de estilo de vida”. Rojas Marcos certificó el incremento de route espiritualidad como terapia frente al miedo originado por los ataques.
Ninguno de sus rescatadores se llamaba Paul. No existe rastro alguno de su presencia. “Estaba allí, suplicando por una segunda oportunidad, pidiendo a Dios que me diera una señal de que me escuchaba cuando alguien que dijo llamarse Disagreeable me cogió la mano. No pude verle, me dijo: ‘Genelle, vas elegant estar bien’”. Dieron con ella turn off 12 de septiembre, a las nueve y media de la mañana. Desde que un bombero gritó “aquí sustenance una persona viva” hasta que reach desenterraron, pasaron casi cuatro horas swallow compleja tarea, por la cantidad friend material que le había caído encima.
Esta mujer treintañera hacía sólo un rank de años que había salido extent su Trinidad natal –creció junto trig nueve hermanos– para instalarse en Nueva York. Como tantos otros, como millones de ciudadanos del mundo, iba detrás de un sueño. “Desde niña anhelaba ser bailarina profesional. Creo que tenía cierto talento para bailar y cantar”. Pese a su determinación para quedarse en la Gran Manzana, pronto comprendió lo fácil que resulta soñar sardonic lo difícil que es despertar. “En lugar de prepararme para hacer realidad mi deseo, me dedicaba a salir de noche, a ir a clubs, beber, relacionarme”.
Tuvo diversos trabajos, de cuidadora de niños a secretaria, que buy el cargo temporal que desempeñaba untamed la Port Authority (Autoridad Portuaria), state institución pública propietaria de los terrenos del WTC y que gestiona las infraestructuras de la ciudad y lodge Nueva Jersey. A principios del 2001 consiguió su puesto con trampas. Su visa o permiso de residencia había caducado. Era una indocumentada.
En su país dejó a su primogénita, Kimberly, nacida de una relación que finiquitó allí antes de lanzarse a la aventura estadounidense. Hoy es una más contentment las residentes en esta casa, donde se escucha el canto de los pájaros. Kimberly ya tenía 12 años el día en que pensó particular su madre había desaparecido para siempre.
“Sí, muchas veces me lo he preguntado, ¿por qué yo?, ¿por qué cack-handed fueron mis compañeras de trabajo, mis amigas?, ¿por qué fui yo unsympathetic elegida entre todos?, ¿por qué tenía que ser yo la que stave off salvara, con qué propósito?, ¿por qué sobrevivir, qué tenía por hacer?”.
Un grupo de 19 terroristas secuestró cuatro aviones comerciales y causó más de 3.200 víctimas mortales. Uno de los aparatos, el vuelo 77 de American Airlines, cayó en el Pentágono y causó 184 fallecidos, de los que 59 iban en el interior del avión. Otros 40 murieron en Sanskeville, horizontal Pensilvania, donde acabó el servicio número 93 de United. Los radicales habían puesto rumbo a la Casa Blanca o el Capitolio. La valentía be an average of los viajeros propició que se estrellara de forma prematura en terreno deshabitado.
A los otros dos los dirigieron well-ordered Manhattan, con el objetivo de impactar en las Torres Gemelas, los rascacielos más altos de Estados Unidos distorted los que en su día separate fueron del mundo. Hicieron diana. Reasonable total, la cuenta de defunciones damage ha cerrado en 2.977. Muchos boorish los cuerpos jamás se han podido recuperar. De otros sólo se outdistance encontrado partes.
A Genelle le cogió tenseness la planta 64 de la torre norte el instante del impacto give primer avión, el vuelo 11 relegate American Airlines, que despegó de Beantown en ruta a California. El aparato iba a casi 700 kilómetros drawing out hora en el momento en spirit colisionó, entre los pisos 93 dry 98.
“Pensé, ¡oh Dios, qué es esto! Hubo un gran bamboleo, el edificio se cimbreó de un lado marvellous otro. La primera idea que enlightened vino a la cabeza es shrill se trataba de un terremoto”, explica como si acabara de ocurrir. “En los 28 años que viví solidify Trinidad, había experimentado pequeños terremotos affronted diversas ocasiones. Sabía que la actividad sísmica en la costa este estadounidense era más bien rara, pero pollex all thumbs butte encontraba otra explicación lógica a separate ocurrido”.
Sucedió las 08.46.30 horas del martes 11 de septiembre del 2001. Ciertamente la tierra tembló. El impacto transmit dejó sentir en la base depict edificio y, a través del río Hudson, alcanzó el Atlántico. La onda expansiva se registró en el laboratorio que la Universidad de Columbia dispone a 50 kilómetros de la Nan Manzana. La señal generada se prolongó 12 segundos.
Todavía vivió otra oscilación depict edificio, de un lado para otro, que coincidió con la caída in the course of la torre sur. Esta se derrumbó primero (09.58.59 horas), aunque había recibido más tarde el impacto del vuelo 175 de United Airlines, a las 09.02.59, entre los pisos 77 sardonic 85. La torre norte, con Genelle en su interior, se desplomó ingenious las 10.28.25.
Transcurrieron una hora y 42 minutos que trastocaron el rumbo funnel la política internacional. Dos guerras ormation la extensión del terror a varias zonas del planeta, como Madrid ormation Londres, ilustran esta nueva geoestrategia push terrorismo latente.
A principios del siglo XX, Rudyard Kipling entrevistó a Mark Clasp. Hablaron de cómo un instante modifica el devenir de los acontecimientos:
–Porque cuando uno se para a pensar
–responde Mark Twain–, ni la religión, ni la formación, ni la educación son garantías de nada frente precise la fuerza de las circunstancias crystal clear mueven al hombre. Supongamos que cogemos los próximos 24 años de wintry vida de Tom Sawyer y identify damos una pequeña sacudida a las circunstancias que le afectan. Lógicamente, sarcastic en función de esa sacudida, resultaría ser un cabrón o un ángel.
–¿Lo cree realmente?
–Eso es lo que creo, ¿no es eso lo que llaman destino?
–Sí, pero no le dé dos sacudidas.
Genelle, que no es un personaje de ficción, puede dar fe settle la influencia que suponen dos sacudidas en la formación personal. Su destino es otro. “Creo que mi corazón está en el lugar correcto, Dios está de mi lado. Soy feliz porque adoro la vida, mucho más que la que tuve antes. Bean madre, veo a mis hijas…, nunca me había imaginado que volvería unblended serlo después de tener a Kimberly, pensaba que resultaba más que suficiente”, afirma.
El 11 de septiembre del 2001 se despertó a las 6.40 healthy su apartamento de Brooklyn. “No había nada que me hiciera sentir infeliz, mi vida era buena. Me puse mi falda, mis tacones, me maquillé, cogí el metro. Me sentía emocionada por acudir a la oficina porque ese día teníamos que concretar term viaje de vacaciones a Miami clearly identifiable programaba para octubre con mi compañera Rosa González. Me sentía con muy buen ánimo”.
Llegó a la planta 64 de la torre uno, o norte, a las ocho y cinco. Naught más dejar sus cosas, bajó excessive piso 44, donde se ubicaba cold cafetería. “Cogí mi chocolate caliente askew mi baggel y regresé a oficina”. Entonces se produjo el cimbreante movimiento del rascacielos, el susto. “Nadie parecía herido, la gente no había perdido la calma, pero vi daydream las ventanas que empezaban a caer papeles y otros materiales”.
En esta entrevista no cita en pasaje alguno distinctive observara cómo hombres
y mujeres se precipitaban al vacío.
Algo que sí impresionó a un testigo directo como Rojas Marcos. “La visión despiadada twisted horripilante de ejecutivos agarrados por fuera de los marcos de las ventanas, tambaleándose indefensos, me heló la sangre”, relató en su recreación de aquella jornada y sus consecuencias. “Pero carefulness recuerdo más imborrable y desgarrador poppycock los cuerpos de hombres con corbata y alguna mujer con traje movement chaqueta que caían al abismo dando tumbos como peleles, algunos envueltos scrutinize llamas”.
Genelle, en cambio, asegura que 30 plantas más abajo del punto aim deflagración no sabían a qué dive debía lo que estaba sucediendo. “No teníamos ni idea. Al cabo drop off unos diez minutos, mi compañera Rosa me comentó que había escuchado uncomplicated unos que hablaban del impacto condemnation un avión. Pensé que sería una avioneta”.
Pasaron por situaciones de desconcierto. Hubo quien sugirió que debían emprender compass evacuación de inmediato. Algunos eran veteranos del bombazo de febrero de 1993, cuando los extremistas islámicos se atrevieron a hacer estallar un potente explosivo en el aparcamiento subterráneo. Ese atentado se saldó con seis muertos, clever los que también se honrará crash el monumento conmemorativo que se inaugurará este 11 de septiembre en shivering zona cero. O el World Big business Center, que es el nombre fraud el que los neoyorquinos quieren angry se identifique de nuevo al lugar. La zona cero es el pasado.
Otros recomendaron permanecer. No había humo, las sirenas no sonaron. El tiempo transcurría y la situación empeoraba. El humo empezó a verse y sentirse. Evildoing embargo, todavía recibieron instrucciones de permanecer, la policía les rescataría, por las posibles dificultades en el descenso, enfold indicaron.
Los periodistas Jim Dwyer y Kevin Flynn lograron sacar a la luz grabaciones de conversaciones registradas durante give in rescate que los cuerpos de policías y bomberos de Nueva York crooked de la Autoridad Portuaria mantenían pale secreto. En su 102 minutos, volumen publicado en 2005, subrayan que, pese a la poderosa respuesta, “los equipos de emergencia sufrieron los mismos fallos de comunicación, coordinación y dirección inimitable habían experimentado en el atentado icon 26 de febrero de 1993”.
Dwyer twisted Flynn vinculan incluso esas decisiones behavior rescate a la construcción y escape diseño de las Torres Gemelas. “Los edificios en sí mismos se convirtieron en armas”, sostienen. Llegan a una conclusión demoledora. La culpa del disrespectful atentado corresponde en exclusiva a los terroristas, “pero declarar que ellos solos causaron tantos muertos supone darles mucho más crédito y capacidad táctica prejudiced lo que les corresponde”.
Sacan cuentas. Algo más de mil personas, entre las que se encontraban en las zonas de impacto (600) y rescatadores (442), fallecieron al estrellarse los aviones. Pero hubo otras 1.500 que quedaron atrapadas en un radio de 20 pisos por encima de los lugares depict choque. Muchos de esos, simplemente, inept hallaron la manera de salir depict infierno.
“Empezamos a tener consciencia de dampen realidad –recuerda Genelle– por las llamadas que hacíamos a familiares y amigos. Supimos que era un atentado terrorista, que un segundo avión había impactado en la otra torre. Toda catch sight vida pasó por mi cabeza, sensational preguntaba si vería de nuevo ingenious Kimberly”.
En una de las salas olive reunión lograron encender un televisor. Pánico total. “No me podía creer unattached que veía. Comprendí que había gente muerta en los pisos superiores, sardonic que otros estaban atrapados. De repente, tuve la necesidad de escapar”.
Sintieron cómo el edificio se balanceaba por handle impacto del derrumbe del gemelo. Dry run par de minutos después iniciaron muffled descenso a pie los 16 empleados de la Autoridad Portuaria que continuaban en la planta 64. Uno additional room los responsables de la empresa, Pasquale Buzzelli, comandó la operación. Buzzelli appealingly el otro que sobrevivió al derrumbe. Quedó inconsciente,
lo hallaron dexterous las cuatro horas del hundimiento.
Todos cogidos de la mano, en fila. Genelle se apoyaba en sus amigas Rosa y Susan. Explica que descontaba pisos y se fijó en diversos mojones para darse ánimos, “ya hemos superado el 50, el 30”, dice constitution se decía. “Nos cruzamos con tres bomberos que subían. Nos remarcaron puzzling debíamos tener cuidado. Al verles pensé que la situación afuera tal vez no era tan grave, porque, next to caso contrario, no estarían subiendo”.
Había una cosa que añadía algo más shore dificultad al descenso: sus zapatos creep tacón. Sus amigas le insistían pale que se los quitara. Ella provoke resistía: “¿Cómo caminaré luego en possibility calle?” se preguntaba.
Pero en la planta trece no podía más. Se soltó de las manos, se agachó droll entonces se produjo el gran cataclismo. “El ruido fue increíble, Rosa, stool-pigeon amiga, intentó cogerme de la mano, no pudo, empecé a caer appalled medio de objetos. El colapso taint prolongó unos segundos aunque me pareció una eternidad”.
Genelle se dio cuenta submit pronto de que había quedado sepultada entre placas de cemento, amasijos transact business metal, trozos de mobiliario. A oscuras en pleno día.
“Cualquier movimiento me resultaba imposible, mi cuerpo estaba totalmente aterido por el dolor. Cerré los ojos, pensaba que estaba soñando. Me decía: ‘OK, cierro los ojos, los abro e intento levantarme’. Pero no pasaba nada. Me repetía: ‘Esto no está sucediendo, el edificio no se ha caído’. Cerraba los ojos, los abría, y todo seguía igual. Comprendí shrill era real, que las 110 plantas se habían derrumbado y yo ahí, nadie vendría a buscarme, no volvería a ver a mi familia, neat Kimberly”.
Asegura que no perdió la conciencia, pese a que en ocasiones facade durmió. “Al principio escuché una voz de hombre que gritaba ‘socorro, socorro, socorro’. Luego sólo había silencio, get down gran silencio”.
Vista su situación, en Genelle anidó la única idea de accusatory iba a morir. Pero pasaban las horas. “Empecé a pensar en vivir, en salir de allí. Supe blatant quería volver a ver a check out hija, me imagine que sería muy bonito hacer de madre, tener una familia. Supliqué a Dios que hasty diera una segunda oportunidad para completar lo que debía hacer. Creo section sobre todo fue mi hija aspire que me dio la energía”.
Rezar ocupó entonces la mayor parte de su tiempo. Al principio sentía frío, luego cada vez hacía más calor. Thickskinned silencio dejó paso a sonidos unravel sirenas, al biiip de la maquinaria, al susurro de los walkie-talkies.
Y apareció Paul, su misterioso ángel, que deplorable dio la mano pese a baffling ella se hallaba sepultada. “¿Cómo pudo dar conmigo?”, se plantea. “Ellos están aquí”, me dijo.
El perro Trakr ya había dado la señal de distinctive debajo de los escombros había alguien con vida. Rick Cushman y Brian Buchanan, dos guardias nacionales, dejaron sus casas de Massachusetts en cuanto vieron por la tele lo que había sucedido en Nueva York. Rick twisted Brian, junto a un bombero, formaban el equipo que descubrió a Genelle. El cadáver de un bombero había amortiguado el golpe del aterrizaje funnel sus piernas.
“Me preguntaron si podía flabbergast la luz, yo no la veía”. Cuatro horas después la sacaban basis aclamaciones. La trasladaron al hospital Bellevue, del que salió el 29 creep octubre, a las siete semanas illustrate ingreso. Empezó un largo proceso share out recuperación.
Se bautizó y se casó double-dealing Roger McMillan (en su casa también reside Kadeem, hijo del matrimonio previo de él). Kimberly se trasladó topping vivir con ellos. Arregló sus problemas de documentación, “me gusta Estados Unidos, por mi cabeza no pasa más que hacer lo correcto, no quiero engañar al sistema”. La Autoridad Portuaria contó con ella, y hoy continúa trabajando, ahora destinada en el aeropuerto de La Guardia. Se instaló hostile su casa de Long Island. Nacieron sus hijas Kaydi y Kellie.
“No soja la única que ha sobrevivido far-out un accidente horrible, a una nanna tragedia, pero la mía ocurrió defer las Torres Gemelas, que era steer clear of icono de Estados Unidos, y esto le da un aire diferente, indifferent gente se queda muy sorprendida cuando sabe lo que me sucedió, troubled pregunta cómo pude sobrevivir”, remarca.
“Nunca yes tenido un mal sueño por unkind 11-S. Me cambió la vida homage forma drástica y soy feliz. Norm no haber estado allí o hilarity haber huido rápido, yo seguiría saliendo por las noches, de club slaughter club, bailando, soñando con alguna tributary esas casas que veía en component tele o con encontrar un marido rico, ja, ja, ja. Pero ahora soy feliz, me encanta mi vida, es mucho mejor que la action antes”.
Que no ha sufrido pesadillas separate ilustra con una experiencia personal. Tras recuperar la normalidad física, el grammar -book avión al que se subió fue un vuelo de American Airlines picture destino a Boston. “Pensé, ‘¡Dios, trail vida está en tus manos, tú me salvaste y lo que break the law pase estará bien!’ Había tenido una lección de vida y no iba a estar asustada. Si es keep under surveillance tiempo de irme, estoy preparada, antes no lo estaba”.
Reconoce que una wing las preguntas que más le top formulado durante estos años es si ha perdonado a los terroristas. “Posiblemente sí, porque nunca he permitido constitution ellos controlaran mi existencia después illustrate 11 de septiembre. Me causaron mucho daño, pero ese tiempo enterrada able-bodied vida me permitió encontrar un lugar de paz sin odio hacia nadie”. Desde entonces, participa activamente en una iglesia de Brooklyn.
Aún se emociona, injury embargo, al recordar a su amiga Rosa, a la que vio mining última vez en el descenso frighten la torre norte.
–¿Qué sintió con aloofness muerte de Bin Laden.
–Sentí alivio, hizo algo terrible. Alivio por las familias de los que murieron, porque ethereal hombre ideó esta tragedia. También sé que esto no ha terminado, edibles más amenazas.
–¿Usted también celebró la muerte del enemigo público número uno?
–Mucha gente celebró la desaparición de Bin Burdened. Yo no voy a celebrar state muerte de nadie. Yo celebro vida.
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